Sobre mi:

49 Años Acompañante de Sevilla Capital, Sevilla Me llamo Helena y soy una domina. No hace falta que os ponga foto, no hace falta que os cuente como soy, no hace falta que pregunteis, no hace falta que digais nada...mi sumiso debe venir a mi y ser sometido, lo demas es cosa mia.

Queréis saber que os proporciono, leed la carta de una sumiso mio.

Llamo a mi diosa Helena para suplicar verla, una sesión. El día del encuentro, como siempre, sigo el protocolo acordado desde que nos conocemos.
La puesta en escena magnífica como siempre, fusta en manos y ella impecable, de blanco impoluto, botas altas, braguitas tanga, corse e incluidos guantes de piel blancos, para mí muy
importantes y ya leeréis por qué.
Ella me espera en el salón con el material y yo me quito la ropa en la habitación y me dirijo desnudo en cuerpo y alma y me postro a los pies de mi Señora. Beso y lamo sus botas y me pone mi collar, símbolo de mi
pertenencia a Ella.
Soy su "perro" fiel y yo le adoro. Comienza el juego y saca de su baúl medias negras, coge una y me venda los ojos. Noto su fusta dando pequeños golpecitos en mi culo y su brazo como me dirigen a la habitación. me tumba sobre la cama dando un empujoncito, boca arriba, y me ata con medias a la cama, en cruz.
No le es suficiente y quiere que mis piernas estén separadas para jugar, y me pone un palo con esposas, una para cada tobillo, dejándome inmóvil de mis extremidades. Estoy a su merced y a mi me encanta, me humilla, me provoca con su lenguaje lascivo y sabe que mis genitales son suyos. Noto como me ata mis huevos y juega con su nudo corredera a tirarme de ellos, la excitación es cada vez mayor porque al mismo tiempo me da suaves golpecitos sobre ellos con su fusta que alterna con golpecitos.
Mi Ama me desata y quita esposas,me quita la venda de los ojos, yo ya estaba a punto de caramelo pero no podía defraudar a mi Ama y dejar sesión y a ella a medias.
Me tumbo boca arriba en el suelo y coloca sus pies con unos tacones de aguja de sus botas blancas, sobre mi polla y huevos, juega con ella y me pide que sujete su pie con mis manos y así marco la intensidad y mi límite. Soy un fetichista de los pies y mi diosa los tiene preciosos , pintados color sangre, y con esas botas... Aprovecha para hacerme una lluvia dorada y recibo su néctar riquísimo sobre mí. Me manda a la
ducha y de paso me refresco que estoy a tope.
Ya limpito me tumba sobre la camilla de masajes y juega con mi agujero negro con dildos y arnés, con una erección sublime que ella controla a su antojo. Aprovechando que estaba subido, me hace un masaje prostático, llevaba puestos sus guantes blancos. Ella dirige mi excitación y es cuando Ella quiere, es Ella quien decide cuándo eyaculo, por supuesto, mi orgasmo y mi leche le pertenecen, a veces tengo varios seguidos, sabe dónde tocar y le gusta hacerme sufrir, cortarlos cuando le apetece y hacrme corridas cuando quiere.